Una vida con muchos obstáculos, pero con las metas fijas
- TF
- 20 sept 2018
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Omar Quiroa de 37 años es un estudiante de Periodismo de la Universidad Mariano Gálvez, actualmente cursa el 8º semestre, nos comenta que “para poder llegar a donde estoy tuve que pasar por muchas cosas”.
Todo empezó cuando dejó la escuela en 5º primaria, ya que le hacían burlas por ser más alto que sus compañeros. Sus papás siempre lo apoyaron y le dijeron que no dejara la escuela, pero él tomó su decisión. Cuando cumplió 12 años, trabajó en un aserradero, él nos comentó que ganaba mucho dinero, pero luego tuvo que dejarlo. Se mantuvo trabajando como mensajero, panadero y otro tipo de actividades.
Omar, al no tener estudios no podía conseguir algo mejor y fue explotado laboralmente ya que trabajó en una empresa de mantenimiento, en la cual, iba de lunes a domingo, de 7 de la mañana a 9 de la noche con un salario que no llegaba ni al mínimo. Sus jefes le decían que no le pagaban más porque en ese tiempo tenía 17 años y porque no contaba con estudios. Omar relató que “fui humillado por personas más preparadas”.
Luego, obtuvo otro trabajo, pero la misma historia se repitió. Fue ahí donde él se dio cuenta que tenía que hacer algo, así que terminó de sacar su primaria y básicos por madurez, estudiaba y trabajaba como mensajero y por su buen desempeño lo ascendieron. El único requisito que pidió su jefe era que terminara de estudiar. Fue cuando se decidió entrar a la Universidad en el 2001.
Omar antes de estudiar comunicación intentó psicología, una carrera que le gustaba mucho, pero conforme pasó el tiempo se le dificultó y solo estudió un año. “Entonces decidí volver, pero ahora a Ciencias de la Comunicación en la USAC”. En esa universidad logró sacar cinco semestres, los cuales se le hicieron difíciles siempre por el trabajo. Omar decidió abandonar su carrera por tercera vez, ahora para enfocarse en su trabajo donde era valorado.
Omar ha tenido diferentes pruebas en su vida y en una ocasión fue secuestrado por llevar mercadería de su trabajo, y comentó que “recibí varios golpes y fui hospitalizado”. Debido a ese suceso, se llenó de fuerzas y ganas para continuar su sueño de ser periodista, esta vez en la Universidad Mariano Gálvez pero, su sueño, esta vez por cuestiones de trabajo no duró mucho porque estudió solo cuatro semestres.

Omar pensó “ya es suficiente” porque debía buscar trabajo que le diera tiempo para sacar la carrera que tanto amaba y deseaba y fue así como llegó a la Asociación Viva Juntos por la Niñez, organización que vela por los derechos de los niños. Ellos le permitieron regresar a la universidad en el 2015; luchando por ese sueño que tanto le ha costado pero que no ha dejado de seguir.
Además comentó que “ha sido duro el camino pero valió la pena pasar todo esto para llegar a donde estoy, en un maravilloso trabajo, con mi carrera casi por cerrarla, siempre luché por llegar lejos” y así es como Omar nunca se ha dado por vencido a pesar de tener muchas dificultades él persiste hasta lograr su meta.
Omar aconseja a todos los estudiantes que sean perseverantes en todo lo que hagan, “si yo me hubiese dado por vencido, seguiría en un mal trabajo y sin luchar por mis metas, no importa el tiempo que te tome, siempre mantén tu meta bien clara y pase lo que pase, TERMINA LA CARRERA”.
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