Para unos una tarea fácil, pero para muchos es una completa tortura. A pesar de ser estudiantes de Ciencias de la Comunicación, exponer frente a un público supone una tarea titánica muchas veces. Para que esta sea una actividad más fácil te compartimos algunas claves que, te aseguramos, serán de mucha utilidad.
Confía en ti mismo
Para preparar una exposición debes confiar en lo que sabes y ser experto en lo que expondrás te dará la confianza que necesitas. Si no estás seguro de lo que dirás porque no manejas el tema en su totalidad, puedes llegar a sufrir de un bloqueo mental que te dejará en blanco y haciéndote sentir incómodo frente a tu audiencia.
Prepara con anticipación tu discurso, escribe las preguntas que harías si fueras un asistente más y contéstalas, esto te dará una ventaja adicional.
Conoce a tu público
Es súper importante que reúnas toda la información que puedas de tu público, ya que será mucho más fácil preparar la presentación si conoces el perfil de los asistentes. Esto te permitirá enfocar tu exposición hacia el interés de los asistentes.
Recuerda que cuanto más se identifique el receptor con tu exposición, mayor será tu influencia.
Ensaya
Una presentación perfecta dependerá del empeño que pongas en ella. Repite el discurso una y otra vez en voz alta o frente al espejo, ya que es una buena forma de evitar el riesgo de equivocarte. Además, practicar te ayudará a lucir confiado frente a tu público.
Utiliza material de apoyo
En muchas ocasiones la exposición requiere explicar términos un tanto complicados, así que una presentación con diapositivas permite mostrar de forma más fácil este contenido. Es material de apoyo para el emisor, pero también para el receptor ya que podrás hacer uso de la redundancia, es decir un apoyo de lo que estás hablando.
Puedes resumir datos en Power Point o Prezi e incluso algo más dinámico como un video secuencia.
Regla 10-20-30
Guy Kawasaki, especialista en marketing, escritor y orador, creó la regla de 10-20-30 que implica que si utilizas una presentación electrónica para que sea más dinámica no debe tener más de 10 diapositivas, 20 minutos de duración ni menos de 30 puntos en el tamaño de la letra.
Comienza con una historia
Esta táctica es perfecta para enganchar a la audiencia. Eso sí, debe ser una historia entretenida y con la que los presentes puedan identificarse. Captar el interés desde el principio e introducir las ideas principales de forma amena y divertida te ayudará a mantener completo control de la presentación.
Interactúa con el público
Incluir a los asistentes es una buena táctica para mantener su atención a lo largo de toda la presentación. Utiliza frases como “¿tú qué opinas?, “excelente aporte”, “es una buena pregunta”, para demostrar interés por tu audiencia. Además tendrás unos segundos extras para organizar tu respuesta.
Repite el mensaje central
Es importante que al finalizar la exposición el mensaje principal lo repitas fuerte y claro para que quede grabado en la mente de tu audiencia. Las palabras pueden pasar desapercibidas, por lo que para fijarlo necesitarás repetirlo al menos durante tres veces durante la exposición.
Y lo más importante: relájate y diviértete. El entusiasmo es muy contagioso, así que si te sientes a gusto con lo que haces, esa sensación la transmitirás al público y tu presentación será completamente exitosa.
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