Iniciaré definiendo educación de calidad, es aquella que genera cambios constantes que brindan seguridad, asesoría, capacitación y todos los recursos necesarios para darles a los estudiantes toda la atención.
La educación que se brinda en Guatemala no es de calidad porque está diseñada para perpetuar un ciclo y mantener una sociedad pobre, miedosa e ignorante de sus derechos.
La niñez y juventud guatemalteca ha caído en el conformismo y en la mediocridad, depende de un sistema educativo absurdo, que no motiva y abandona totalmente uno de los objetivos de desarrollo más importantes para la sociedad. Cuanto más educación, menos delincuencia, pero el gobierno prioriza en otras áreas.
Actualmente los jóvenes se preocupan por su aspecto físico, su situación económica, tener una pareja y redes sociales, siguen una moda que los desconecta con su cultura, sus costumbres, su identidad,la historia de sus raíces y la naturaleza de su país.
Las preguntas son muchas y las respuestas pocas, los jóvenes pueden ser capaces de realizar cambios en el área social, económica, ambiental o política. Pero ¿por qué la mayoría de esta juventud no está tomando estos espacios? ¿No está participando en la toma de decisiones de su comunidad?
Las respuestas son muy pocas y más que respuestas son excusas que el gobierno ha creado para justificar su incapacidad. Para el gobierno la educación pública no es una prioridad. No destina los recursos económicos necesarios para que el sistema de educción tenga lo básico.
La infraestructura de las escuelas es denigrante para recibir clases, no hay escritorios, faltan insumos y recursos como libros de texto.
Seguramente pasarán varios gobernantes más para que este sistema cambie, empecemos nosotros, eduquémonos y hagamos valer nuestros derechos, generemos cambios sociales que contagien a la juventud y se una para lograr un desarrollo que sostenga al país, convirtamos la educación en una moda que llegó para quedarse.
Lo bueno de esta situación, es que siempre hay personas que pueden ser la excepción, buscar soluciones y motivar a los que han dejado sus sueños tirados. Nosotros somos el cambio, somos ese porcentaje de jóvenes que hacen la diferencia en Guatemala. Aprovechemos la oportunidad de poder formarnos y ser profesionales, no seamos conformistas, no crucemos los brazos esperando que los gobernantes apoyen la educación, hagamos nosotros que la educación de calidad exista y busquemos ser personas de éxito.
Me despido con esta frase del autor Antony J. D’Angelo,
“Desarrolla una pasión por aprender. Si lo haces, nunca dejarás de crecer”.
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