En algún momento de la vida soñamos con entrar a la universidad, el deseo de poder graduarse y culminar por fin una carrera con la preparación más alta en la etapa de educación y profesional. Estamos en ese 1% de la población que tendrá acceso o ya está en la universidad, hay que aprovechar al máximo esa oportunidad que de una u otra manera está y no olvidar que es una valiente y responsable decisión por todo el compromiso que conlleva.
Lucía Gálvez Polanco es una estudiante de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Mariano Gálvez. Actualmente cursa su 6to semestre de periodismo y comenta que “desde que era pequeña siempre quise valerme por mí misma y me enseñaron a ser independiente. Entré a esta universidad porque el horario me llamó mucho la atención, ya que tenía el deseo de pagarme la universidad y ya no depender mucho de mis papás y eso solo lo iba a conseguir trabajando.”
Muchos jóvenes tienen el deseo de superarse, pero no cuentan con el apoyo económico de sus padres. Sin embargo, esto es solo una excusa para los que no se creen capaces de alcanzar sus metas, pues muchos optan por buscar un trabajo que los ayude a pagar sus estudios.
“Lamentablemente encontrar un trabajo en Guatemala no es cosa de un día para el otro. Estuve buscando trabajo del 2016 al 2017. Me sentía muy triste al no encontrar algo porque sentía que no estaba cumpliendo una de mis metas. En noviembre de 2017 vi una convocatoria para unas plazas administrativas en la Municipalidad de Guatemala. Mandé mi papelería e hice todo el proceso para poder ingresar. A finales de diciembre me llamaron para decirme que me habían contratado, lo primero que pensé fue “¿cómo le voy hacer con la universidad?” No quería descuidar lo primordial que es la universidad, pero tampoco quería dejar pasar la oportunidad que tanto buscaba. Entonces decidí intentarlo” afirmó Lucía.
Seguramente no eres el único que trabaja y estudia, pero ponte a pensar cuántas personas han salido adelante sobrepasando los obstáculos y teniendo en mente que cuando uno tiene un sueño, tienen que esforzarse para poder cumplirlo, y como dice el dicho; “todo lo bueno, cuesta.”
“Las primeras semanas de trabajo y de universidad fueron muy difíciles porque sentía que no me quedaba tiempo para nada. Pero me di cuenta que no era la única persona trabajando y estudiando a la vez, eso me motivó aún más para seguir”comentó Lucía que actualmente cursa el sexto semestre de la universidad con todos los cursos aprobados.
La fórmula para aguantar
Cumple con tareas, trata la manera de ser responsable, aplícate en los parciales, lleva una buena vida, sé centrado con lo que te gusta. La universidad es una gran experiencia, conoces a mucha gente y lo mejor de todo es que son personas con las que compartes una misma pasión. Rodéate de amigos que te ayuden cuando lo necesites, que sean responsables y te alienten a seguir con tu carrera.
Y tú, ayuda a aquellos a los que se les hace difícil la universidad, por cualquier motivo. No sabes la situación por la que estén pasando, sé amable y si puedes ser un apoyo para ellos no dudes en hacerlo, la vida te lo va a recompensar. Lucía reflexiona que “si realmente deseas hacer algo no importa cuánto te desveles, cuánto te cueste conseguir una aprobación o cuánto luches por eso. Lo que realmente importará es la satisfacción que queda de decir al final del día que estás haciendo lo que quieres y lo estás haciendo bien.“
Así que… ¡ánimo compañero! Tú que ya estas en esta gran aventura, tú que asumiste el reto de ser estudiante universitario, de salir adelante y ser un mejor guatemalteco, no te rindas. Estamos en el segundo ciclo del 2018, el tiempo pasa volando y cada vez estamos avanzando, de apoco, pero avanzando. Cuando menos lo esperes estarás en la recta final.
La Universidad: Excelente y valiente decisión
Tareas universitarias, tareas del hogar, tareas en el trabajo, tanto que hacer y tan poco tiempo. ¿Te has preguntado cómo logran la estabilidad en las distintas áreas de su vida las mujeres que son madres y estudiantes universitarias a la vez?
Hoy te presentamos a Nineth Oliva, una mujer de 37 años, hace 4 meses dió a luz a segunda hija. Actualmente trabaja, estudia en la universidad, es esposa y madre. Definitivamente es un gran ejemplo para todas aquellas que están por ser madres o ya lo son y puedan ver que sí se puede lograr todo.
Nineth es incluso paracaidista, ya que participó en un curso de “tiro práctico” por la academia de Tiro Zemog. También tiene un diplomado en “Derechos de la mujer” en entidades como la comisión presidencial de Derechos Humanos.
Oliva tiene una licenciatura en Administración de Recursos y Tecnología en la Universidad Galileo. Su primera carrera universitaria la cursó soltera y sin hijas, actualmente está estudiando en la facultad de ciencias de la comunicación con énfasis en periodismo, está en su 8vo semestre, “mi segunda carrera ha sido todo un reto muy grande y maravilloso, estar casada y tener 2 hijas complica un poco la dinámica de estudiar, pero en realidad, ellas son el impulso y la motivación para que yo pueda seguir” comentó Nineth.
Tener tantas tareas por cumplir en el día es bastante agotador, pero a Nineth, además de realizar todo lo que anteriormente les contamos, le gusta mucho el deporte, es algo con lo que ella se mantiene mental y físicamente sana. Junto a su esposo participan en varias carreras, es algo que disfrutan hacer juntos.
Nineth menciona que ser una corredora la ha ayudado mucho, incluso compara sus estudios universitarios con una carrera deportiva. “Cuando tienes un objetivo comienzas a avanzar, pero en el camino hay obstáculos, cansancio, alegrías, decepciones, pero debemos mantenernos constantes y perseverantes. Lo más importante es la fuerza que tenemos para querer alcanzar ese sueño. A pesar de los retos siempre vamos a llegar a nuestra meta” eplica.
Muchos creen que para una mujer es más fácil realizar varias tareas al mismo tiempo, pero todo eso sólo se logra si se organizan bien los pendientes. Nineth, sin descuidar a sus hijas, su hogar, sus estudios y trabajo, se organiza con horarios, para así poder tener una vida equilibrada. Ella siempre busca momentos para convivir con toda su familia, “como toda buena esposa” comenta la entrevistada, pues al momento de terminar de atender a sus hijas y esposo, en la noche aprovecha las horas que quedan para hacer sus tareas de la universidad.
Nineth asegura que “nada cansa si se hace con amor y pasión.” No hay excusas para aquellas mujeres que piensan que su carrera profesional quedó o quedará estancada por el hecho de ser madre, esposa y trabajar al mismo tiempo. Sin duda cuando a alguien le apasiona lo que estudia y hace, ningún obstáculo es grande para poder seguir con sus metas. “Exhorto a todas las madres universitarias a que continúen con su carrera, sigan adelante. Mantengan un ritmo equilibrado y sobre todo, no se olviden de ustedes mismas, hacerse las uñas, masajes, consentirse con una rica comida.”
La perseverancia, responsabilidad y amor son una de las muchas cosas que no pueden faltar para lograr lo que se propone. “Se puede si uno se organiza. Éxitos y a seguir adelante” concluye Nineth.
MADRE Y ESTUDIANTE UNIVERSITARIA
Por: Steffy Barrera y Astrid Barrios
Es común pensar en ser empresario, ser su propio jefe y decidir qué horas se quiere trabajar, pero ¿esto es fácil de realizar? Gabriela Miranda te cuenta su experiencia con los inicios de su negocio.
Gabriela Miranda es una joven de 20 años, estudiante de publicidad, cursa el octavo semestre de la universidad y posee una pequeña empresa de venta de ropa y accesorios para jóvenes.
Gabriela comenta que la idea de crear su negocio surgió a finales del 2016 y con ayuda de sus padres, realizó un pequeño préstamo para la compra de mercadería y junto a su hermano fundaron la empresa “Beggi”, la cual empezó a vender artículos de belleza.
Las dificultades no se hicieron esperar y empezaron a surgir problemas por la falta de venta de dichos productos y debía presentar mes a mes ciertas cantidades en impuestos a la SAT. Otro de los obstáculos que encontró fue la falta de coordinación con su hermano, lo cual ella tomó la decisión de separarse de la sociedad que tenía con él y fundar su propia empresa.
Tras esta separación nació la que es por hoy su empresa “Trending Shop”. Decidió optar por otra manera de venta y su principal canal de negocios son las redes sociales.
Volver a comenzar, motivó a Gabriela a tirar la toalla, al notar que no se estaba produciendo lo suficiente para solventar sus gastos. Por momentos pensó en buscar un trabajo donde le dieran un salario seguro mes a mes, pero sus ganas de salir adelante le hicieron replantear su estrategia y seguir con su empresa. Sin embargo, para Gabriela lo importante era “tener fe en su negocio y que sea lo que siempre soñaste”.
Buscó a “Influencers” en redes sociales a quienes ella les brindaba algunos productos a cambio de promocionar su página y así empezó a incrementar más sus ventas y poder encontrar una estabilidad económica y ponerla en la mira de los compradores.
Tras este incremento de atención en los pedidos de sus productos también hubo otros problemas, algunos de ellos eran al momento de ella solicitar su mercancía al extranjero y que no ingresaban al país a tiempo provocando atraso en entregas a sus clientes.
Otro de los problemas que ha encontrado es al momento de negociar por un producto, se ha encontrado con personas que se ponen de manera agresiva pero también encuentra personas que han sido muy amables.
Gabriela recomienda que, si desean poner su negocio, “deben tener mucha paciencia, el inicio del mismo, los costos de productos, la competencia que en ocasiones pueden tener precios iguales o mejores, pero conforme el tiempo la gente va a creer en la empresa y logras así una muy buena posición en el mercado”. ¿Te gustaría tener tu propio negocio como Gabriela?
Ser emprendedor, ¿Acierto o desacierto?
En la actualidad muchos de los jóvenes universitarios trabajan para poder costearse la Universidad ya que, por diferentes motivos no cuentan con el apoyo de sus padres y ven la forma de salir adelante buscando un trabajo.
Conoce a Michelle Ramírez, una joven universitaria que cursa el sexto semestre de la FACCOM en la Universidad Mariano Gálvez y trabaja en la Policía Nacional Civil (PNC), en el área de comunicación.
Si bien, llevar un trabajo cualquiera es complicado, en la policía que siempre hay movimiento por la ola de violencia que se vive en el país.
Michelle trabaja en la PNC, lleva ya 2 años laborando y afirma que “me costó entrar a trabajar ahí, tuve que esperar medio año para que procedieran los papeles respectivos y firmaran mi contrato. Di un montón de vueltas para sacar los papeles que necesitaban y los requisitos que pedían”. Su horario de trabajo es de lunes a viernes con turnos de 9 horas que incluso se extienden los fines de semana.
Para poder sobrellevar su trabajo y la universidad, Michelle piensa que “lo ideal sería adelantar tareas de los cursos el domingo para pasar tranquilamente el resto de la semana, pero realmente solo lo pienso y no lo hago después, realizo las tareas entre semana, trabajo toda la mañana y en la tarde, tipo 6 p.m. que llego a casa, trato de disciplinarme y empezar a hacerlas, y así sucesivamente todas las tardes”.
También se le dificulta bastante los desvelos que algunos cursos requieren por la carga de tareas, ya que hay días en los que tiene que madrugar por el trabajo de la oficina. Al llegar a su casa solo piensa en descansar.
Así mismo, Michelle indica que solo sábados luego de la universidad y domingos puede descansar. Las horas libres son contadas, pero utiliza los fines de semana para compartir con sus amigos y familia. Cuando sabe que no tiene muchas tareas, aprovecha para salir en la noche con sus amigos. Después de todo, sigue siendo joven y es una etapa de la vida que no se debe de desperdiciar.
Así como Michelle, hay muchos jóvenes por ahí esforzándose, trabajan y estudian para poder salir adelante. ¿Harías lo mismo para poder costear tu educación?
Trabajo y estudio ¿Cómo poder con las dos?
Trabajo, universidad, tareas, parciales y dormir. Un ciclo que no se detiene y que suele abrumar a la mayoría de estudiantes, alguno de ellos causando un estrés extremo.
Sin embargo, todo humano necesita de un tiempo de recreación y para los estudiantes de comunicación en la Faccom no es diferente.
Las actividades extracurriculares o pasatiempos podrán no ocupar todo el espacio de agenda de una persona, pero su realización puede ser un anti estresante. La música es una de las más comunes, pero pertenecer a una banda latina puede ser especial para alguien.
Las Bandas Latinas son agrupaciones conformadas por alumnos, ex alumnos de colegio o instituto, estas bandas se presentan en fechas especiales como fiestas patronales, independencia o fines de año, algunas de ellas se presentan en estadios municipales.
Axel de León, estudiante de periodismo en la Universidad Mariano Gálvez forma parte de una de estas bandas y nos cuenta su experiencia en el campo.
Estas bandas son de ritmo musical Latino, de ahí su nombre “Latin Band” y replican éxitos musicales del momento en cualquier ritmo tropical. Son diferentes a las Marching Band que desfilan el día de independencia.
Axel comenta que “la popularidad de la banda depende mucho en la calidad de las presentaciones e ir al mismo tiempo con los éxitos musicales del momento. Hay muchas bandas que solo repiten un mismo patrón y no buscan modernizarse y provocan que la gente se aburra”.
Axel, quien ha formado parte de estas bandas desde los 15 años de edad, ha estado presente diversas competiciones, la última efectuada en el estadio Guillermo Slowing de Amatitlán con su banda “Pepescas Latind Band”. A nivel nacional su banda ha quedado en los primeros lugares. Estos concursos a nivel nacional se celebran dos veces al año, donde se presentan alrededor de 20 bandas.
Entre ventas, tareas y música.
La vida de Axel no se aleja a la de muchos estudiantes. Su trabajo está alejado del área de sus estudios, ya que labora como vendedor y repartidor de electrodomésticos. Además, los pequeños momentos libres que le permiten su ajetreada agenda los dedica a practicar para mejorar en su banda.
Axel También comenta que coordinar los ensayos con sus compañeros es muy difícil, ya que cada uno tiene responsabilidades, Universidad, trabajo o familia. La preparación de las presentaciones se lleva a cabo a cada principio de mes, eligiendo qué canción se practicará. Cada año se alistan con 6 o 7 canciones.
A pesar de ser un pasatiempo para Axel, su colaboración con la Banda Latina lo ha llevado al extranjero para disfrutar de tocar un instrumento musical.
En las presentaciones internacionales, Axel comenta que su preparación es más difícil, ya que estudian a profundidad sus rivales, qué ritmos son comunes y qué patrones siguen en la elección de sus cuatro canciones.
Axel indica que los mismos miembros de la banda compran los instrumentos musicales. Algunos de estos instrumentos pueden llegar a valer alrededor de 5 mil quetzales, costos que asumen por amor al arte.
Pertenecer a una banda requiere tiempo e inversión. Sin embargo, el gusto de hacer un pasatiempo no ha quitado la satisfacción de estar dentro de una banda a Axel. El trabajo se torna difícil y la universidad exigente, pero cuando se trata de una escapatoria, la música ayuda a Axel para sentir pasión por la vida de nuevo. ¿También tienes un pasatiempo que te haga sentir así?
Pasatiempos: no todo es universidad y trabajo
Este semestre se volvió cargado para Mario Pacheco, ya que tuvo que organizar sus horarios con el único propósito de cumplir sus metas y seguir con su carrera profesional.
Pacheco es un joven universitario que labora en Guatevisión y rara vez puede cumplir con los estudios y el trabajo. Nos comenta que el horario que tiene es muy cansado ya que casi no tiene tiempo para descansar; únicamente tiene tres horas libres en su casa. Cuando llega su fin de semana de descanso se desconecta totalmente y no contesta ni una llamada.
Sabemos que la universidad puede ser difícil y estresante, sin embargo, para una persona que trabaja puede ser más complicado, pues, el tiempo que tiene para sus asuntos personales y las tareas académicas es cada vez menos.
Actualmente trabaja, estudia y realiza sus prácticas periodísticas por parte de la universidad. Cada vez su tiempo se reduce más y la palabra “descanso” no está en su vocabulario este semestre. Mario indicó que lo que más disfruta en su día es su tiempo de prácticas, en donde aplica todo lo que sabe y lo más importante, aprende. Aquí está conociendo otra área de su trabajo.
Pacheco mencionó que “todo lo que hago es para ser una mejor persona y para cumplir mis sueños” realmente es una persona de admirar, por su perseverancia y esfuerzo.
Pero, ¿Cómo es un día de Mario en este semestre?
Primero, se levanta muy temprano, pues, su práctica comienza a las 8 a.m. y termina a las 5 de la tarde. Después de descansar un lapso de 3 a 5 horas, debe comenzar su turno de 10 p.m. a 7 a.m. Los viernes y sábados la rutina de Mario cambia, ya que asiste a la universidad.
Para él este semestre ha sido bastante cargado, cansado y pesado. La universidad tiene sus momentos de dificultad para todos los estudiantes, pero es importante saber que todo es parte del proceso para llegar a la meta, la graduación. “Al final de todo, en esta vida nada es fácil” indicó Mario.
Mario aconseja a todos los estudiantes que están preocupados porque sus días de práctica llegarán pronto “el esfuerzo que le pongan a las actividades que realicen será recompensado por Dios; no se dejen caer, luchen por lo que quieren, que al final la luz de la esperanza brillará.”
La Universidad, el trabajo y la práctica
Por: Cindy Avendaño, Karen Vásquez, María Andrea Gómez
Óscar Barillas es un universitario de 38 años de edad, está casado, tiene 3 hijos y un perrito llamado Nicholas. Oscar es Productor de Audiovisuales de la Policía Nacional Civil. Estudia en la Universidad Mariano Gálvez, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Es una persona que ama convivir y pasar tiempo con sus hijos, le apasiona el fútbol americano y el béisbol.
Él es una persona ocupada, pero no se da por vencido, ya que ha decidido luchar por sus sueños, a pesar de la falta de tiempo. Óscar tiene como meta terminar la carrera de Ciencias de la Comunicación. Para lograr distribuir su tiempo de la mejor manera se estableció hacer sus tareas los lunes y martes siempre y cuando le dé tiempo. Además, pone mucha atención en clase y eso le ayuda en los parciales, ya que tiene buena retentiva.
La mayoría de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, saben que trabajar y estudiar es complicado, pero tener una familia, llevar el sustento diario al hogar, poder tener tiempo para convivir con sus hijos y asistir a clases los viernes y sábados, puede ser un poco difícil, pero no es imposible. Asimismo, Óscar piensa que “es importante ser un ejemplo para mis hijos y sé que si les demuestro el compromiso y pasión por hacer las cosas, ellos querrán seguir mis pasos”.
“Cuando se trabaja en los medios de comunicación casi no se tiene tiempo, el trabajo puede consumir a las personas, hay que trasladar la información día con día o ir a cubrir noticias y el trabajo en la policía es demandante. Todo lo que esté involucrado con el área de audiovisuales requiere más tiempo y determinación, por todo lo que conlleva la grabación y edición” indicó Óscar.
El trabajo que hace es de admirar, ya que estudia, trabaja, se costea la universidad, da el sustento diario en su hogar y paga los estudios de sus hijos. Esto no es una tarea fácil, pero él aconsejó que “Si luchamos por lo que queremos y somos perseverantes en todos los aspectos de nuestra vida podemos salir adelante, es muy importante cumplir las metas que nos propongamos.”
A cada estudiante se le puede presentar un obstáculo en la carrera, pero hay que tener la determinación y compromiso ante cualquier situación, ya que al final del camino llegar a la meta será satisfactorio. Óscar reflexiona que “la universidad debe ser prioridad, al ser profesionales podemos construir un mejor futuro para la sociedad”.
Un padre universitario
Por: Cindy Avendaño, Karen Rosales y María Andrea Gómez
Omar Quiroa de 37 años es un estudiante de Periodismo de la Universidad Mariano Gálvez, actualmente cursa el 8º semestre, nos comenta que “para poder llegar a donde estoy tuve que pasar por muchas cosas”.
Todo empezó cuando dejó la escuela en 5º primaria, ya que le hacían burlas por ser más alto que sus compañeros. Sus papás siempre lo apoyaron y le dijeron que no dejara la escuela, pero él tomó su decisión. Cuando cumplió 12 años, trabajó en un aserradero, él nos comentó que ganaba mucho dinero, pero luego tuvo que dejarlo. Se mantuvo trabajando como mensajero, panadero y otro tipo de actividades.
Omar, al no tener estudios no podía conseguir algo mejor y fue explotado laboralmente ya que trabajó en una empresa de mantenimiento, en la cual, iba de lunes a domingo, de 7 de la mañana a 9 de la noche con un salario que no llegaba ni al mínimo. Sus jefes le decían que no le pagaban más porque en ese tiempo tenía 17 años y porque no contaba con estudios. Omar relató que “fui humillado por personas más preparadas”.
Luego, obtuvo otro trabajo, pero la misma historia se repitió. Fue ahí donde él se dio cuenta que tenía que hacer algo, así que terminó de sacar su primaria y básicos por madurez, estudiaba y trabajaba como mensajero y por su buen desempeño lo ascendieron. El único requisito que pidió su jefe era que terminara de estudiar. Fue cuando se decidió entrar a la Universidad en el 2001.
Omar antes de estudiar comunicación intentó psicología, una carrera que le gustaba mucho, pero conforme pasó el tiempo se le dificultó y solo estudió un año. “Entonces decidí volver, pero ahora a Ciencias de la Comunicación en la USAC”. En esa universidad logró sacar cinco semestres, los cuales se le hicieron difíciles siempre por el trabajo. Omar decidió abandonar su carrera por tercera vez, ahora para enfocarse en su trabajo donde era valorado.
Omar ha tenido diferentes pruebas en su vida y en una ocasión fue secuestrado por llevar mercadería de su trabajo, y comentó que “recibí varios golpes y fui hospitalizado”. Debido a ese suceso, se llenó de fuerzas y ganas para continuar su sueño de ser periodista, esta vez en la Universidad Mariano Gálvez pero, su sueño, esta vez por cuestiones de trabajo no duró mucho porque estudió solo cuatro semestres.
Omar pensó “ya es suficiente” porque debía buscar trabajo que le diera tiempo para sacar la carrera que tanto amaba y deseaba y fue así como llegó a la Asociación Viva Juntos por la Niñez, organización que vela por los derechos de los niños. Ellos le permitieron regresar a la universidad en el 2015; luchando por ese sueño que tanto le ha costado pero que no ha dejado de seguir.
Además comentó que “ha sido duro el camino pero valió la pena pasar todo esto para llegar a donde estoy, en un maravilloso trabajo, con mi carrera casi por cerrarla, siempre luché por llegar lejos” y así es como Omar nunca se ha dado por vencido a pesar de tener muchas dificultades él persiste hasta lograr su meta.
Omar aconseja a todos los estudiantes que sean perseverantes en todo lo que hagan, “si yo me hubiese dado por vencido, seguiría en un mal trabajo y sin luchar por mis metas, no importa el tiempo que te tome, siempre mantén tu meta bien clara y pase lo que pase, TERMINA LA CARRERA”.
Una vida con muchos obstáculos, pero con las metas fijas
Mayra Arreaga es una universitaria de 29 años, entró a la universidad en el 2013. Actualmente cursa el décimo semestre de Ciencias de la Comunicación en la Mariano Gálvez.
Ella es una mujer que ha luchado por llegar lejos, teniendo varios obstáculos, uno de ellos es el transporte, ya que no cuenta con uno propio, ella menciona que “ para mí es muy difícil el horario de viernes porque salgo a las 9 de la noche, además del incremento económico que ha tenido año tras año la universidad” pero tiene en cuenta y muy presente que el estudio es una inversión que le beneficiará.
Mayra indicó que “por cuestiones laborales y económicas me atrasé en la carrera, ya que me concentré en el pago de todas mis cuentas”. Esto fue un obstáculo en sus estudios, además del cambio de pensum que se hizo en la carrera, atrasándola, pero nada la detuvo.
Ella quiere demostrarse a sí misma que puede seguir adelante, a parte de ser un ejemplo a seguir para su familia, ya que es la única hija de cinco hermanos que está en la universidad luchando por ser la primera profesional en su familia. Ella se considera una persona que lucha por sus sueños, es positiva porque a pesar de saber que no es fácil terminar una carrera, tampoco es imposible. “Se acerca la etapa de culminar mi carrera” mencionó Mayra, y el imaginarse con una toga y un título en sus manos la ilusiona más y más cada día.
Mayra trabaja en una agencia de relaciones públicas, algo que tiene que ver con lo que estudia y que ha llegado a donde está por su perseverancia y por las ganas de alcanzar el éxito.
“Quiero demostrar que Guatemala es mejor, y que todo se puede lograr con deseo y perseverancia”. afirmó.
Así como Mayra hay otros jóvenes a los que les ha costado trabajar, estudiar y conseguir un trabajo que amen, muchos laboran en cualquier cosa o algo que no les gusta para poder costearse la Universidad, ya que como ella nos cuenta “es una inversión, pero la educación no tiene precio y es un tesoro”.
Ahora ella está a un mes y medio de terminar la carrera, después de seis años su meta está a punto de terminar y sabe que empezará nuevos retos profesionales. Mayra se siente satisfecha y tiene la certeza de que cada obstáculo que se le presento en este tiempo era para hacerla más fuerte.
Mayra aconseja a todos los estudiantes que están comenzando la carrera de comunicación que “con perseverancia y confianza en nosotros podemos lograr muchas cosas, todos tenemos problemas u obstáculos, pero siempre podemos encontrar la manera de superarlos”.
A un mes y medio de llegar a la meta
Por: Cindy Avendaño y Karen Rosales
María Andrea Gómez Estévez, una joven de 26 años de edad. Entró a la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala en el 2012.
El primer año de estudio se le complicó por el trabajo y como consecuencia perdió un curso, el cual hizo que se atrasara; dos años después logró tener todos los cursos probados y al momento de asignarse a práctica el pensum de la carrera la alcanzó, volviendo a tapar un curso y haciendo que se atrasara nuevamente.
No dándose por vencida, Andrea cursa actualmente su décimo semestre, el cual se ha convertido en todo un desafío para ella, ya que cursa tesis, práctica y seminario 3, además de su trabajo. Andrea menciona que es difícil seguir con los mismos ánimos del comienzo de la carrera.
Actualmente, Andrea está muy emocionada porque se ha dado cuenta que está a pocos pasos de lograr un sueño y una meta más en su vida. Y como ella indica “jamás dejen esa meta sin cumplirse, habla mucho de nosotros.”
Andrea trabaja en el área de marketing para una empresa de Estados Unidos y es editora de propuestas en inglés. Cuenta con un segundo trabajo y es el teatro. Indica que ama el teatro y el arte, ella ha participado en muchas obras en Guatemala y está segura que “el teatro educa y puede transformar una sociedad.”
También cuenta con una pequeña empresa de ropa que se llama “Sassy” y además es fotógrafa.
Este año cerrará pensum y la tomaron en cuenta en un nuevo trabajo gracias a eso, “me di cuenta que todo el esfuerzo de estos años ha valido la pena, porque ya estoy trabajando en un área de comunicación en donde estoy aprendiendo mucho” mencionó.
Andrea como a muchos otros universitarios les cuesta poder lidiar con todo, el trabajo, estudios, vida personal y familia, pero sabe que todo esfuerzo tiene su recompensa y está muy concentrada en su meta. Nada es fácil en la vida, pero Andrea incita a los estudiantes a seguir con el sueño, “no deben dejar la carrera, soy una persona que piensa que los ciclos siempre deben cerrarse, no empiezo nada sin terminarlo aunque me cueste más de lo planeado.”
Tengamos metas y pensamientos positivos para nuestra vida, debes tener seguridad en saber que puedes lograr lo que te propongas y muchas cosas más. “Cuando estés empezando a desarrollarte como profesional en comunicación sabrás que ese camino valió la pena.” concluyó Andrea.
Actriz y comunicadora en proceso
Por: Cindy Avendaño y Karen Rosales
Alejandra López, tiene 23 años y es una estudiante de la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala, actualmente está cursando el sexto semestre de Ciencias de la Comunicación con énfasis en locución. Sabemos que algunas veces algún semestre puede estar más complicado que otro, y es por eso que decidimos realizarle una entrevista, para que nos cuente un poco de su vida y de cómo ha podido cumplir con todas sus responsabilidades.
Aquí te dejamos la entrevista:
¿Cómo ha sido tu vida en la universidad?
Una vida llena de retos porque cada semestre es diferente y es una nueva meta que me fijo en cada inicio de ciclo.
¿Qué te gusta hacer o qué te apasiona?
Me apasiona ayudar al prójimo, pues lo hago con todo gusto, ser voluntaria en todo momento.
¿Pensaste en algún momento quedar embarazada a tan corta edad?
Mi edad no mucho va a la frase (a corta edad) pues ya soy una persona madura y estoy en la edad perfecta de ser mamá porque disfruto y disfrutaré con mi bebé lo que la vida y Dios nos dan.
Desde que tuviste a tu bebé ¿perdiste mucho tiempo en la universidad o cursos? ¿Cómo fue esa situación?
No, perder mi tiempo en la Universidad jamás, sé que este sacrificio tiene su recompensa, a estas alturas debo tener y mantener un balance en mi vida.
¿Has tenido dificultades para estudiar desde que tuviste a tu bebé?
Sí, como todo en la vida, ya que es una responsabilidad más, sólo que esta necesita más dedicación, tiempo, amor y sobre todo paciencia.
¿Cómo manejas tu vida, trabajo, estudios y familia?
En todas practico mucho la responsabilidad y honestidad porque pienso que si trabajas con estos dos valores el resto Dios lo hará.
¿En algún momento has pensado que ya no puedes más? ¿Por qué?
Sí, por supuesto, soy ser humano y como tal me canso, las responsabilidades jamás se deben evadir o no cumplir y es ahí donde mi cansancio ya no da más, pero Dios renueva mis fuerzas a cada momento para seguir luchando.
¿Has tenido la idea de abandonar tus estudios porque posiblemente te sientas estresada o no tengas tiempo?
Sí, lo he pensado, pues el tiempo y la irresponsabilidad no perdonan y es ahí donde por momentos ya no doy más, pero hoy, hay una razón más hay en mi vida para jamás rendirme.
¿Qué te motiva a seguir adelante?
Unos brazos pequeños que me esperan en casa luego de que salgo de la Universidad los sábados, éste es mi motivo más grande.
Durante la entrevista Alejandra dio unos consejos a las mamás jóvenes universitarias para motivarlas a cumplir sus sueños “la vida es muy bella y nada pasa sin que esté o no esté en los planes de Dios, jamás hay que decir: YO NO PUEDO, YO NO QUIERO, YO NO LO HARÉ, A MÍ NO ME VA A PASAR.”
Para Alejandra nunca hay tiempo para rendirse, ya que sabe que en un futuro esos brazos pequeños llenos de amor le dirán "Te admiro, gracias Mamá."
Alejandra menciona que un bebé jamás será un obstáculo para que alguien se rinda porque al final de todo son ellos los que te animan y te dan la fuerza para levantarte cada día. “Así como un bebé crece con sus vacunas cada dos meses con fiebre y dolor y siguen adelante, así nosotras debemos de luchar para que mañana nos vean como una súper mamá.”
Alejandra nos ha contado parte de su vida como madre y estudiante, como pudimos observar en la entrevista, es una mujer positiva que no se da por vencida y como bien dice nunca hay que decir frases negativas para la vida, para ella es mejor demostrarse así mismo que se puede salir adelante sin importar la situación y circunstancia que se esté viviendo.
Quita el “yo no puedo” o “no quiero” de tu vocabulario
Por: Cindy Avendaño, Karen Rosales y María Andrea Gómez
En la sección “El diario de” hemos tenido diferentes historias, hoy les compartiremos la de Edna Ivón Gámez, tiene 24 años de edad y actualmente se encuentra a un año de cerrar la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación con énfasis en periodismo en la Universidad Mariano Gálvez.
Ivón a los 18 años obtuvo el título para ser maestra de Educación Infantil Intercultural, en la Escuela Normal de Amatitlán. Desde entonces ha ejercido esa profesión que tanto le apasiona, ya que imparte clases a niños de preprimaria. El amor a la docencia la ha mantenido firme para seguir aprendiendo de sus alumnos, además de crecer profesionalmente.
Últimamente ha tenido poco tiempo para realizar sus actividades diarias, trabaja de 7:00 a 13:00 horas; sale del trabajo, se dirige a su hogar para almorzar y tomar un baño para poder ir al medio de comunicación donde está realizando sus prácticas, en donde no tiene una hora exacta de salida. Por lo regular, llega a su casa a las 23:00 horas, cena algo y después elabora sus tareas de la universidad.
“Prácticamente las tareas las hago en las madrugadas, ya que una maestra siempre lleva trabajo a casa. Debo planificar, realizar material didáctico para impartir mis clases al día siguiente. Es increíble como ambas responsabilidades se pueden llevar al mismo tiempo, el trabajo de docente es físicamente desgastante, trabajar con niños de preescolar es permanecer toda la mañana en actividad, el trabajo como periodista también lo es, ya que se salen a cubrir notas y recabar todo el material necesario para luego llegar a sala de redacción a estructurar la nota frente a una pantalla”.
Todo camino en la vida tiene un sacrificio y en la mayoría de los casos sacrificamos lo que más nos gusta para poder cumplir nuestras metas. Ivon mencionó que en su tiempo libre le gusta hacer ejercicio y pinta en una academia de arte, pero en estos meses ha tenido que dejar de hacerlo no tener suficiente tiempo. Es algo que definitivamente va a retomar, pero sabe que debe de priorizar y no saturarse, para poder rendir adecuadamente en sus actividades.
Ivón le agradece a Dios por su trabajo, ya que sin el no podría estar estudiando su carrera universitaria, también eso le permite continuar con el proceso de formación profesional. Ivon tiene un lema, con el cual aconseja a los estudiantes a cumplir sus metas:
“Creo fielmente en que si uno traza metas en la vida, tiene que hacer todo lo posible para alcanzarlas
Si en algún momento crees que no puedes continuar con los estudios y el trabajo, ten en mente que cumplir tus metas te harán una persona disciplinada y se te hará más fácil superar cualquier obstáculo que se te presente.
“Las metas están para cumplirse”
Todos en la universidad tenemos una historia, siempre hay algo más detrás de nuestra risa, cada uno sabe el sacrificio que está haciendo por cumplir sus metas y los obstáculos que ha tenido que superar. Es parte de llegar a una meta, no podemos esperar que el camino sea fácil. Hoy te presentamos el diario de Priscila, tiene 22 años y es una estudiante de la FACCOM y para que conozcas más de ella te dejamos esta entrevista:
¿Cómo es trabajar estudiar y ser independiente a tu edad?
Es cansado, pero bastante satisfactorio saber que soy yo la que invierte en mi futuro para desarrollarme profesionalmente
¿Dónde trabajas y cuál es el puesto que desempeñas?
Trabajo en Top publicidad y soy planificadora de medios (soy quien programa los anuncios de los clientes, hago propuestas y cotizaciones y luego veo que todo salga correcto).
¿Cuáles han sido tus retos en la universidad y el trabajo?
Definitivamente manejar mi tiempo y el estrés, no tengo el tiempo que tienen mis compañeros para hacer tareas y a pesar de eso trato siempre de tener buenas notas.
Tengo entendido que ya eres independiente y vivís con tu prometido ¿Cómo ha sido esta nueva etapa? ¿No se te ha dificultado con la universidad, el trabajo y las prácticas?
No se me ha dificultado, pero sí he tenido que evaluar mis prioridades, trato de no descuidar ninguna de mis ocupaciones y también de llevar una buena relación con mi prometido.
¿Cómo organizas tu tiempo para poder cumplir con tus obligaciones?
Trato siempre de llevar un calendario, todo lo hago en el horario establecido y aprovecho los tiempos libres, como hora de almuerzo o desayuno para avanzar con otras cosas.
¿Qué piensas de la persona que eres en este momento, estás orgullosa de ti?
Sí, bastante. Me hace muy feliz saber que me he convertido en una persona independiente y hasta ahora todas mis metas las he cumplido con mucha determinación y voy por más.
¿Qué te gustaría hacer en el futuro?
Quiero ser productora de radio o televisión o puede que ambos, y hacer algo diferente en el medio, algo que salga de lo ordinario.
Y por último, ¿Quisieras darle un mensaje motivacional o de inspiración para los jóvenes como tú o que se ven próximos a tener un empleo o familia?
Pues, que de verdad sí se puede cumplir todo lo que uno se propone, pero para esto se deben establecer las prioridades y trabajar con determinación.
Así como Priscila, todos podemos ser determinados y cumplir nuestras metas, nunca es tarde para empezar a comprometerse con todo lo que queremos lograr.