Esta semana se festejó el día del niño y la niña en Guatemala, sin embargo, un porcentaje de la niñez del país seguramente no celebró, debido a que pasan prácticamente todo el día trabajando.
Los problemas sociales que prevalecen en Guatemala son el principal factor que afectan a las futuras generaciones y a medida que estos aumentan, de la misma manera aumenta el porcentaje de menores de edad que se ven perjudicados. Niños y niñas que deben levantarse muy temprano y no precisamente para ir a estudiar, sino para trabajar porque tienen la obligación de llevar el sustento diario a sus hogares. Llegar muy tarde a casa, sin tener un tiempo libre para jugar, así transcurre el día para muchos niños guatemaltecos, principalmente indígenas, y en varios casos "alquilados" por sus padres a redes de explotación laboral.
Este tema es extenso, un problema desencadena muchos otros, estos niños (as) se ven obligados a salir a las calles a trabajar, muchos de ellos la misma necesidad hace que abandonen sus estudios para poder aportar económicamente en su hogar, mismas viviendas que en la mayoría de los casos conforman familias desintegradas, viviendas en donde se sufre de maltrato intrafamiliar, abusos psicológicos, físicos o sexuales.
Las últimas estadísticas oficiales son las de la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la Venta de Niños, Ofelia Calcetas. Durante su visita a Guatemala en el año 2000 denunció que en 1996 y 1997 había 2000 niñas, niños y adolescentes que trabajaban en 600 prostíbulos, sólo en la capital. De ellos, 1200 eran salvadoreños, 500 hondureños y 300 guatemaltecos.
Guatemala es el país centroamericano en el que más niñas, niños y adolescentes trabajan.
Las últimas estadísticas que revela que alrededor de 507.000 niñas y niños guatemaltecos de siete a catorce años trabajan. Si se incluye al trabajo adolescente, que es el que va de los 14 a los 18 años, esta cifra sube a un millón aproximadamente. Un buen porcentaje de estos niños va a la escuela, pero el problema es la permanencia. Muchos abandonan sus estudios y se van a trabajar. En el caso de los adolescentes, la permanencia en la escuela secundaria es de un 3%.
Del grupo de niños de 7 a 14 años, un 12% trabaja y estudia; un 8% sólo trabaja; un 62% estudia y un 18% no realiza ninguna actividad. Estos últimos entran en el grupo de la niñez en riesgo, ya que la mayoría de las veces se desconoce qué están haciendo.
Sin duda son datos fuertes pero reales, es lo que vive un porcentaje de la niñez en Guatemala, no debería quedar nada más en números y estadísticas, los niños (as) de Guatemala son la generación próxima del país, son nuestro futuro, no deben pasar su infancia en las calles arriesgando su vida, al contrario, deben estudiar y prepararse para ser profesionales y apoyar a sus familias cuando sea necesario.
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